Asa
fue hijo del rey Abías quien gobernó Judá durante el reinado de Jeroboam en
Israel, sucedió en el trono cuando su padre murió. Desde el comienzo de su reinado
hizo lo que era bueno y agradable a los ojos del Señor su Dios. Quitó la
idolatría de su vida y del pueblo. Era un hombre que buscaba a Dios y hacía que
el resto del pueblo también lo hiciera. Producto de ello, el pueblo tuvo
un período de paz de largos años, donde reconstruyó las ciudades destruidas en
Judá y nadie se atrevió a hacerles frente porque el Señor los respaldaba.
Después
de un tiempo de paz, Asa enfrentó un tiempo de guerra, todo parecía ir en
contra de él. Un ejército de un millón de soldados al mando de un etíope
llamado Zera estaba frente a Asa y el pueblo. El panorama no se veía nada bien,
las circunstancias empeoraban porque el enemigo era mayor en número y
cada vez estaba más cerca.
Y clamó Asa a Jehová su Dios, y dijo:
Oh Jehová, para ti no hay diferencia alguna en dar ayuda al poderoso o al que
no tiene fuerzas! Ayúdanos, oh Jehová Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos,
y en tu nombre venimos contra este ejército. Oh Jehová, tú eres nuestro Dios; no
prevalezca contra ti el hombre.
2Crónicas 14:11
2Crónicas 14:11
Tres enseñanzas que debemos tomar en
cuenta en nuestras oraciones:
1.-
Reconoce que solo no puedes: ¡Ayúdanos, Señor y Dios
nuestro!
Reconocer tu incapacidad no es sinónimo de debilidad, al
contrario, es darle fuerza a la debilidad por medio del Todopoderoso. Es
decirle: Señor! Yo solo no puedo, mis fuerzas no son suficientes, pero sé que
en ti saldré victorioso de este problema!
2.- Confía
en Dios y pelea en Su nombre: Confiamos en ti y en tu nombre hemos
venido contra este ejército. Tener fe es lo más
importante en una oración, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Por lo
tanto no la pierdas y enfrenta tu problema en el nombre de Jesús.
3.- Declara el
Poder de Dios frente a tus circunstancias: Tú Señor eres
nuestro Dios. ¡Muéstrate que nadie puede oponerte resistencia! Decir que Dios es
Todopoderoso, es decirle a tu enemigo, que no es nada delante del Señor. Por lo
tanto, no dejes de adorarlo mencionando la grandeza de su poder.
Sin
lugar a dudas una oración sincera y humilde siempre será respondida. Porque los
oídos del Señor están atentos al clamor de su pueblo.
“Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes.” 2 Crónicas 14:12
“Y Jehová deshizo a los etíopes delante de Asa y delante de Judá; y huyeron los etíopes.” 2 Crónicas 14:12
Siempre
recuerda esto, que la oración es una de nuestras armas más poderosas para
enfrentar al enemigo. No dejes de orar, porque todo lo
que pidas en oración creyendo lo recibirás.
Precioso mensaje hermano GUSTAVO, tres puntos escenciales a tener en cuenta, y basicos para ponerlos en practica, EXELENTE!!!!
ResponderBorrarMuy buen mensaje, a tenerlos en cuenta!!!
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