PORQUE NO ME AVERGÜENZO DEL EVANGELIO, PORQUE ES PODER DE DIOS PARA SALVACIÓN A TODO AQUEL QUE CREE... Romanos 1:16.
Entre muchos de mis conciudadanos existen prédicas de todo tipo, hablo de lo que predicamos con nuestras propias vidas. Algunos enarbolan la bandera del clasicismo, predican abiertamente con sus hechos y costumbres que pertenecen a cierta casta social y de allí no los saca nadie esa es la proclama de su identidad. Los pudientes con los pudientes, los de la villa con los de la villa, los de color con los de color y los blancos con los blancos; otros manifiestan abiertamente la violencia en las calles con total resentimiento social pero sin vergüenza ninguna, otros predican su afán desmedido por el dinero llegando a hacer negocios turbios, y en ocasiones estafas de las que no se avergüenzan para nada; otros enarbolan la bandera de su ideología o tradición política siendo totalmente extremos en su posición al punto de perder la coherencia y el sentido común de lo que tampoco se avergüenzan.
Sin ánimo de criticar a nadie que pueda sentirse identificado quiero que se me entienda que estoy describiendo lo que veo en mi ciudad y en mi país; por otra parte lo tomo como una prédica, como un mensaje del estilo de vida que se pretende dar en lo personal y también para influenciar a otros.
Ahora bien, definitivamente lo que veo es que por más que pensemos que tenemos derecho a todo, no quiere decir que estamos en el camino correcto. La Palabra de Dios nos habla a todos, y nos señala qué cosas están bien y que otras son desagradables, que cosas pueden llegar a ser una bendición y una felicidad plena, y que otras pueden acarrear consecuencias drásticas de las que al final si o si nos vamos a tener que arrepentir.
Proverbios 14:12 : "Hay camino que al hombre le parece derecho pero su fin es camino de muerte".
Es así que, dentro de todo lo que se ve, es una necesidad muy grande que tenemos los seres humanos el de volvernos a Dios. ¿Por qué seguir toda una vida con lo mismo cuando hay una oportunidad de cambio?, ¿por qué seguir en un desierto cuando hay esperanza en Cristo? Quiero compartirles que yo también era de los que no me avergonzaba de nada, pero cuando me encontré con Jesús me di cuenta de lo sucio que estaba mi corazón, tuve vergüenza de lo malo,y ahí tuve que pedir perdón por mis pecados, su poder me transformó y me salvó y ahora sí, puedo decir, que si hay algo de lo que no me avergüenzo, es del Evangelio que es Poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
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